Monovolumen y competición son dos conceptos que históricamente no han encajado. Este tipo de vehículos destacan por su espacioso interior, su versatilidad y por ser vehículos perfectos para familias. De hecho, en la década de 1990 y gran parte de la del 2000, los monovolúmenes copaban un gran porcentaje del mercado. Ahora, este tipo de coches han sido prácticamente canibalizados por los SUV, aunque hubo una época en la que no conocían límites, ni siquiera dentro de los circuitos. Esta es la historia del Peugeot 806 Supertourer que corrió en las 24 Horas de Spa-Francorchamps de 1995.

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Mientras Renault, el principal rival del fabricante galo, trabajaba en el Renault Space F1 Williams, una loca criatura que combinaba un monovolumen con un motor derivado de la Fórmula 1, la división belga de Peugeot se enfocaba en una de las carreras de resistencia más famosas del mundo. Si bien la creación de Renault jamás llegó a competir, la de Peugeot Bélgica y el equipo Kronos Racing formó parte activa en la edición de 1995 de las 24 Horas de Spa-Francorchamps.

Peugeot 806 Supertourer, el monovolumen que corrió las 24 Horas de Spa-Francorchamps

Peugeot 806
Peugeot 806

Una jugada a medio camino entre una campaña de marketing y una aspiración a conquistar la famosa carrera de resistencia, el equipo Kronos Racing con el apoyo técnico de Peugeot Bélgica decidieron participar en la prueba de 24 horas, no sin antes enfrentarse a una serie de desafíos hasta conseguir la aprobación de la FIA para participar con un vehículo tan atípico en los circuitos como un monovolumen de siete plazas.

En 1995, Peugeot gozaba de unos muy buenos resultados en los diferentes campeonatos en los que participó, con el 306 Maxi de rallyes y el 406 Superturismo, por lo que decidieron que podían divertirse un poco al mismo tiempo que recibían toda la publicidad que pudieran imaginar. La estrategia a seguir pasaba por preparar debidamente un 806 para competir en una carrera de tanto calado como las 24 Horas de Spa. Y el resultado de tan astuta mezcla entre genialidad y locura no pudo ser mejor.

Peugeot 806 Supertourer

El Peugeot 806 Supertourer en cuestión tomaba como base el monovolumen de siete plazas, pero recibía una numerosa lista de cambios para hacerlo apto para competir. El primer cambio se produjo bajo el motor, donde fue instalado el motor de 2.0 litros sobrealimentado de cuatro cilindros del 306 Maxi, con una potencia de 280 CV que entregaba a 8.700 rpm. También se desnudó por completo el interior, se instaló una jaula de seguridad homologada, una butaca de competición y todos aquellos elementos obligatorios para la pista.

La suspensión de carreras, que rebajaba la altura del monovolumen 806 de manera considerable, y un potente sistema de frenos se encargaban de mantenerlo todo bajo control. En el exterior, una divertida decoración con globos de fiesta de colores y el número 86 impreso en las puertas y el techo. El número en cuestión no fue una decisión del destino, sino que lo escogieron precisamente en honor a la denominación del modelo ‘806’.

Un equipo formado por pilotos belgas

Peugeot 806 Supertourer

Un coche exigía pilotos con gran experiencia, y Kronos Racing dispuso un equipo de pilotos belgas compuesto por Eric Bachelart, que ya competía con el 406 Superturismo, Philippe Verelleny y Pascal Witmeur. Llegado el fin de semana de carreras en el circuito de Spa-Francorchamps, el equipo logró con un coche atípico rozar el top ten durante la clasificación. El 806 Supertourer obtuvo el 12º mejor tiempo, lo que le garantizaba un buen lugar en la parrilla de salida.

Sin embargo, la sesión de clasificación y todos los entrenamientos habían sacado a la luz una serie de fallos y problemas mecánicos que arrastraba el 806. Solventados de cara a la carrera, algunos fallos relacionados con la fiabilidad darían la cara de nuevo una vez dado el pistoletazo de salida. Además, un monovolumen nunca ha sido concebido como un coche de carreras, por lo que arrastra algunos hándicaps, como el exceso de peso, la aerodinámica deficiente o el elevado centro de gravedad que provocaba que otros turismos lo superaran a su paso por curva o en las largas rectas del trazado belga.

En el vídeo que acompaña a estas líneas puedes ver la diferencia en cuanto a rendimiento se refiere si lo enfrentamos a sus rivales en la pista. La primera hora acabó con el 806 de carreras en boxes debido a un problema con los frenos. El diferencial se sumaría a la lista de averías poco después, así como un problema con el soporte del motor debido a la elevada tensión en el chasis. El Peugeot 806 Supertourer tan solo completaría 12 de las 24 horas de la carrera debido a una serie de problemas mecánicos que provocaron su abandono.

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A pesar del triste desenlace, Peugeot Bélgica y el equipo Kronos Racing demostraron que cualquier coche, con una serie de modificaciones, podía ser apto para competir en las carreras de mayor exigencia a nivel mundial. También provocó que muchas personas hablaran de esta hazaña, que pudieran ver a su monovolumen compitiendo contra BMW, Audi, Opel, Toyota y Honda en el famoso circuito belga. La jugada tuvo un gran final…

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