Aire reciclado
Ya sabemos que aire más combustible es igual a potencia. Toyota hizo de las suyas, pero Ford también aprendió a utilizar uno de los trucos del automovilismo más ingeniosos en competición, aunque con un sistema diferente. Los ingenieros de la marca construyeron, escondido bajo el paragolpes trasero, un depósito de aire extra que recogía el aire del turbocompresor. De esta manera, en las rectas largas se podía liberar y enviarlo al colector de admisión a través de un tubo de titanio. Markko Martin ganó dos rallyes gracias a ello.