Un alerón flexible
Gran parte de culpa de los campeonatos mundiales de Fórmula 1 que consiguió la escudería de Red Bull fueron gracias a un alerón delantero flexible que, a ojos de sus rivales, era ilegal. La cuestión es que estaba a la altura permitida cuando el coche se encontraba en parado, pero a la hora de correr en la pista, bajaba. Un buen truco para las carreras. Eso sí, hasta 2012 consiguió burlar las reglas, pero en 2013 la FIA se puso más seria y sancionó al equipo en 2014.