Renault Safrane Biturbo (1993)
Combinaba el confort de una berlina con un diseño de estilo coupé y la deportividad que le otorgaba tanto el chasis desarrollado por Irmscher como el motor, en el que trabajó Hartge. Se trataba de un bloque 3.0 V6 que montaba dos turbos K04 KKK que, además de hacerle entregar 268 CV de potencia, permitían que su respuesta fuera más inmediata y que el 97% de su par total (365 Nm) estuviera disponible en un amplio abanico de revoluciones, desde las 2.300 hasta las 5.000.