Rolls-Royce Sweptail

Es el modelo al que el Bugatti le quitó el título de coche más caro del mundo, puesto que “solo” costó 11 millones de euros (dato que no se llegó a confirmar de manera oficial). Se dedicaron cuatro años a su desarrollo, que partió de un Phantom Coupé y recibió una enorme cantidad de modificaciones inspiradas por los coches de los años 20 y los yates de lujo.
Rolls-Royce Sweptail, un sueño hecho realidad
Mazda Furai

La historia más triste de la lista porque, siendo espectacular y plenamente funcional, el único Furai construido fue pasto de las llamas en una sesión de fotos.
9 prototipos de coches antiguos que renacieron con encanto