Rolls-Royce Ghost
Tampoco falta en la colección de coches de Tom Brady un Rolls-Royce. El Ghost le costó casi 400.000 euros, precio que se justifica por la calidad artesanal de sus acabados, los numerosos extras de los que dispone y por el motor 6.6 W12 que oculta bajo el capó y que desarrolla 563 CV.