Fiat 500 Jolly
El Fiat 600 Jolly que forma parte de la colección de coches del príncipe Alberto de Mónaco también es del año 1959. Un modelo de Fiat basado en el mítico 600, pero con una carrocería de lo más llamativa, pues no contaba con puertas y la tapicería estaba realizada en mimbre.
Además, hay que tener en cuenta también que la parte superior del parabrisas no está protegida, y que las protecciones metálicas son también muy características. Sin duda, un coche que evoca a vacaciones. No en vano, según Alberto de Mónaco, «cuando veo el Jolly pienso en el verano». No nos extraña.