DKW Monza
El último de los coches que parecen naves espaciales es el DKW Monza. Un vehículo que no solamente participó en competición, sino que también fue un modelo de producción. Ahora bien, se rumorea que solo hubo algo más de 200 unidades disponibles, de las que se dice que aún sobreviven aproximadamente medio centenar. Además de ser un prestacional, solo necesitaba unas alas para echar a volar.