Toyota TS020 GT-One
Cuando a Toyota se le metió entre ceja y ceja en los ’90 hacerse con el título de las 24 Horas de Le Mans, fabricó el GT-One para intentarlo. Y resulta impresionante que un coche como este, una auténtica rara avis, pudiese disponer de una versión de calle. Pero así fue. Y contaba con un 3.6 V8 de 600 CV.