Mazda MX-3
Sorprendentemente, Mazda es capaz de producir maravillas como el RX-7 o el MX-5, y luego uno de los coches japoneses más feos de los ’90 como es el MX-3. Sus formas delanteras nos recuerdan a las de un insecto, pero la zaga es todavía peor, pues parece que su alerón se quedó atascado en medio de la fabricación y no se pudo arreglar. Para colmo, el motor era muy poco potente, así que tampoco lo compensaba en ese sentido.