Lotus Esprit Turbo
Lotus significa garantía de diversión. De vehículos hechos con mimo, ahorrando al máximo en el peso del conjunto para exprimir a tope hasta la última ‘gota’ de potencia disponible. El Esprit Turbo cuenta con ese sabor añejo de los deportivos de antaño, cortados todos por el patrón ya visto: forma de cuña y faros escamoteables.
Esta versión debutó a principios de los ’80 y había tres versiones. El que tenía un motor de 2,2 litros y aproximadamente 220 CV corría como un demonio. No en vano, alcanzaba los 100 km/h desde 0 en 5,3 segundos. Iba asociado a un cambio manual de cinco velocidades que resultó ser muy fiable. Una máquina para disfrutar al volante.