Rolls-Royce Silver Ghost
Entre los principales coches de Carlos III, se encuentra el que probablemente sea la joya de la corona de todos los vehículos que acaba de heredar. Se trata, cómo no, de un Rolls-Royce, la firma británica más lujosa y uno de los fabricantes más distinguidos del planeta.
En concreto, hablamos de un Rolls-Royce Siver Ghost que data del año 1924 y que, aun así, alcanza una velocidad punta de 130 km/h. Dicen las malas lenguas que su odómetro marca ya más de 900.000 kilómetros recorridos… y que sigue funcionando a la perfección.