¿Cuáles son los mejores coches británicos baratos de comprar y mantener? En esta lista te contamos qué modelos merecen la pena. Vehículos interesantes no solo por lo que cuestan, sino también por lo económico de su mantenimiento, según RepairPal y CarEdge. Además, todos ellos son extremadamente divertidos de conducir y exhiben un alto grado de deportividad, tanto estético como dinámico.
Opel Speedster
Comenzamos con este ranking de coches británicos baratos con uno de los Opel más conocidos a nivel internacional, el Speedster. No obstante, en otros territorios también tiene el nombre de Vauxhall VX220 Turbo. Un deportivo con carrocería de tipo targa de lo más original.
Es posible que su motor de 2,0 litros con poco más de 200 CV no te impacte a priori, pero debido a su peso puede acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,2 segundos. Tiene un interior minimalista, y su mecánica no solo es fiable, sino que resulta sencillo encontrar recambios para la misma.
Lotus Elise
Si por algo se han caracterizado los Lotus a lo largo de toda su trayectoria ha sido por ofrecer una diversión extrema en la conducción, así como las mínimas concesiones al confort: todo está centrado en maximizar la experiencia al volante. Y el Elise es un ejemplo estupendo.
Demostró que un motor pequeño en un buen chasis es una fórmula muy exitosa. De hecho, dejó en 'ridículo' a vehículos mucho más potentes. Y lo hizo con su bloque de 1,8 litros con 116 CV, con el que acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos. ¿Su secreto? Su peso es inferior al de todos sus rivales.
Jaguar F-Type
El (prueba) Jaguar F-Type es uno de los destacados entre los coches deportivos británicos de los últimos años. Tiene un diseño que hace girar la cabeza a la mayoría de los que lo ven, y si hablamos de las versiones más potentes su sonido ejerce el mismo efecto debido al estruendo que brota de sus escapes.
Concretamente, la variante S dispone de un bloque sobrealimentado V6 de gasolina con más de 350 CV de potencia, con el que este inglés alcanza los 100 km/h desde parado en tan solo 5,0 segundos. Además, ofrece una experiencia bastante entretenida al volante, y no apta para novatos.
Caterham R500
A este modelo le pasa exactamente lo mismo que al Elise que has visto anteriormente, pero llevado a un nivel todavía más extremo. Así, el R500 sigue la filosofía del resto de los coches lanzados por Caterham: lo único que importa es disfrutar al volante. Todo lo demás da igual.
Pasa de 0 a 100 km/h en únicamente 2,9 segundos, siendo el más rápido en estos términos de toda esta lista de coches británicos baratos de comprar y mantener. Y gran parte de culpa la tiene su motor, un 2.0 de gasolina con más de 250 CV de potencia. Sí; es poco versátil.
Mini Paceman
Al (prueba) MINI Paceman le pasa lo mismo que al resto de coches de la firma británica: son muy entretenidos al volante. Su puesta a punto y su suspensión firme hacen que ofrezca unas sensaciones similares a las que podrías vivir a 'lomos' de un kart, salvando las distancias.
Como ya imaginarás, la mejor versión para disfrutar es la que responde al apellido de John Cooper Works. De 0 a 100 km/h en 6,9 segundos gracias a su motor de gasolina turbo de 1,6 litros y más de 200 CV de potencia. La tracción es total, lo que aumenta su seguridad y su adherencia.
Aston Martin DB7
Parece mentira que en un ranking con los coches británicos baratos de segunda mano, tanto en compra como en mantenimiento, salga un Aston Martin. Pero así es. El DB7 es uno de los modelos más asequibles que la compañía de Gaydon ha tenido en su catálogo, y comprarlo de ocasión puede ser una muy buena oportunidad.
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Bajo sus entrañas esconde un motor sobrealimentado de 3,2 litros de cilindrada y una potencia de casi 350 CV. Los 100 km/h los alcanza en 5,0 segundos desde 0, y con el mantenimiento adecuado puede soportar un gran número de kilómetros en su odómetro. Además, es cómodo.
Lotus Elan
El último modelo de esta lista repite marca. No hablamos del (prueba) Lotus Evora 400 V6, sino de un coche mucho más antiguo. De hecho, el Elan que puedes observar en la imagen superior data de principios de la década de los años '90. De ahí algunas de sus claves estéticas, como su morro con forma de cuña o sus faros escamoteables.
Se trata de la segunda generación y también apuesta, como el resto de vehículos de la marca británica, por un peso muy bajo de todo el conjunto; principalmente gracias a su carrocería de fibra de vidrio. Sus reparaciones son sencillas y baratas, y hay multitud de recambios.
Baratos? No se que interpretas por coches baratos pero de esa lista barato hay poco.