Cuando los fabricantes de vehículos se ponen a experimentar, de vez en cuando nos enseñan creaciones espectaculares. Sin embargo, no es para nada raro que acaben engrosando la lista de cochazos que no llegaron a producción. Lamentablemente, los prototipos más espectaculares no siempre llegan a fabricarse por una u otra cuestión. Y esta es una selección de varios de ellos.
Ford GT90 Concept
A día de hoy, Ford tiene un GT espectacular. Pero este prototipo no lo fue menos. A su anguloso diseño hay que sumar una mecánica V12 de 6,0 litros capaz de entregar 720 CV de potencia. El fabricante norteamericano aseguraba que podía superar los 400 km/h de velocidad máxima.
Toyota 4500GT
Este concept de Toyota, llamado 4500GT, era un 'Porsche 928-killer'. Estuvo en el Salón de Tokio de 1989 presumiendo de su motor V8 de 4,5 litros con 300 CV. Casi toda su carrocería era de acero y era un deportivo prometedor, pero la marca se asustó por la opinión pública sobre su aerodinámico diseño.
Cadillac Sixteen
El prototipo Sixteen de Cadillac vio la luz en el año 2003. Se caracterizaba por unas líneas espectaculares por su elegancia. Una carrocería muy larga con un voladizo delantero corto, ruedas muy grandes y poca altura. Sin embargo, lo mejor estaba bajo el capó: un V16 de 13,6 litros con 1.000 CV de potencia en honor a los motores Cadillac de la década de los años '30.
Chrysler ME Four-Twelve
Chrysler fabricó un prototipo que parecía ser una trituradora del Enzo: el ME Four-Tweve. Tenía 850 CV de potencia y podía superar los 400 km/h de velocidad punta. Tenía un chasis de carbono y aluminio, un motor V12 de 6,0 litros de origen AMG y componentes de competición. De 0 a 100 km/h en 2,9 segundos. Aseguraron que saldría a producción, pero se quedó en el tintero.
Nissan Mid4 II
Nissan podría haber tenido un superdeportivo de motor central algunos años antes de que fuese lanzado el exitoso NSX. Sin embargo, este prototipo, presentado en el Salón de Tokio de 1985, es uno de esos cochazos que no llegaron a producción. Tenía un V6 de 330 CV de potencia. Sin embargo, al parecer su comportamiento no era tan bueno como prometía su imagen y se desechó por el miedo al fracaso.
Jeep Jeepster
Jeep desveló al Jeepster Concept en el Salón de Detroit de 1998, en donde fue una de las estrellas. Un adelantado a su tiempo. Contaba con un V8 de 4,7 litros que luego instalaría el Grand Cherokee. Su diseño era innovador y conservaba unas excelentes aptitudes para circular fuera del asfalto, pero en esa época la marca fue demasiado conservadora.
Isuzu 4200R
Este concept de Isuzu, el 4200R, hizo su debut en 1989, en el Salón de Tokio. El diseño fue obra de Julian Thomson, diseñador de Lotus por aquel entonces. A pesar de su motor central, era un 2+2 con unas puertas traseras pequeñísimas. El propulsor era un 4.2 V8 que entregaba 350 CV de potencia.
Lincoln Mk 9
Esta marca premium de Ford, poco conocida en el viejo continente, presentó al Lincoln Mk 9, diseñado por Gerry McGovern, en el Salón de Nueva York de 2001. Tenía unas líneas muy elegantes con guiños a los modelos que la marca comercializó en los '60, pero finalmente el proyecto se descartó por su elevado coste económico.
Jaguar Kensington
Jaguar presentó esta berlina en forma de prototipo hace ya más de 30 años. Diseñada por Giorgetto Giugaro, comparte algunos elementos de diseño con el Lexus GS. De haber salido a producción, quizá hubiera representado un giro en el lenguaje de diseño de la firma británica, pero al final se quedó en el tintero.
Subaru Amadeus
En el Salón del Automóvil de Tokio de 1991 Subaru presentó un concept muy atractivo. Se llamaba Amadeus y, básicamente, se trataba de una versión familiar del infravalorado coupé SVX. Disponía de un sistema de tracción total y de un motor 3.3 de seis cilindros. La marca consideró seriamente su producción, pero desistió tras el fracaso comercial del SVX.
Volkswagen AAC
Antes de que llegara al mercado el Amarok, Volkswagen estuvo coqueteando con el mundo de los pick up con el prototipo AAC. Este modelo estaba basado en la plataforma del Touareg de la época y su motor era el conocido V10 diésel de 5,0 litros con 313 CV. Iba a estar destinada al mercado estadounidense.
Dodge Copperhead
A principios de los '90 los descapotables tuvieron una gran cuota de protagonismo y Dodge decidió experimentar con el Copperhead. Contaba con un motor V6 de 2,7 litros y más de 200 CV de potencia y una plataforma exclusiva. Costaba la mitad que un Viper y estaba destinado a triunfar, pero la unión de Chrysler con Daimler acabó dejándolo en el olvido.