Las temperaturas extremas, sea frío o calor, afectan considerablemente a los coches. En verano, especialmente, en los episodios de ola de calor, las altas temperaturas pueden provocar averías y problemas a los vehículos. A continuación, te decimos las ocho averías más frecuentes provocadas por las altas temperaturas.
Según los expertos de Recomotor, las averías que sufren los vehículos se incrementan un 5% durante el verano, provocando alrededor de 1,3 millones asistencias en carretera y afectando a una media de 14.100 vehículos al día. Veamos cuáles son las averías más frecuentes.
Sobrecalentamiento del motor, una de las averías más frecuentes provocadas por las altas temperaturas
Una de las averías más frecuentes provocadas por las altas temperaturas es el sobrecalentamiento del motor, especialmente, si hay una falla en el sistema de refrigeración, poca cantidad de líquido refrigerante o bloqueos en el radiador, ya sea externamente (por suciedad) o internamente, debido a utilizar agua del grifo para rellenar el sistema y no el refrigerante adecuado o agua destilada, en caso de no tener refrigerante en el momento.
Batería agotada
Es de sobra conocido que las baterías sufren en invierno, pero también en verano. Las altas temperaturas pueden acelerar la evaporación del líquido que contienen en su interior, lo que puede agotarla o descargarla. Además, el calor excesivo también puede afectar negativamente la capacidad de la batería para generar energía. Por ello, es recomendable verificar el estado de la batería y sus terminales, asegurándose de que no haya corrosión.
Neumáticos desgastados, otra de las averías más frecuentes provocadas por las altas temperaturas
Los neumáticos son una de las partes más importantes de un automóvil, ya que son los únicos elementos en contacto directo con la carretera. El asfalto caliente puede acelerar el desgaste de los neumáticos y provocar un aumento de las presiones, lo que puede llevar a problemas de tracción y aumentar el riesgo de sufrir un reventón.
Por tanto, es fundamental verificar la presión de las cubiertas, incluida la de repuesto. Asegúrate de que los neumáticos estén en buen estado, con suficiente profundidad del dibujo y sin signos de desgaste irregular. Esto ayudará a mejorar la tracción y reducir el riesgo de reventones.
Sistema de aire acondicionado defectuoso
Durante los meses de calor, el aire acondicionado es vital para mantener el interior del coche cómodo y a una temperatura óptima para la conducción. Si el aire acondicionado no funciona correctamente, puede ser muy incómodo conducir en días calurosos. De hecho, es hasta peligroso, ya que aumenta la fatiga y aumenta la pérdida de atención. Según la DGT, conducir con 35 grados equivale a una tasa de alcoholemia de 0,5 mg.
Problemas con el sistema de refrigeración del aire acondicionado
Relacionado con el punto anterior, si el aire acondicionado emite aire caliente o no enfría adecuadamente, puede haber problemas en el sistema de climatización debido a que no funciona correctamente el regulador de temperatura. Revisa el sistema de refrigeración, incluido el nivel de refrigerante, el estado de los manguitos y el radiador. Un sistema de refrigeración en buen estado evitará el sobrecalentamiento del motor que hemos explicado anteriormente.
Falla en el sistema de combustible
El calor extremo puede causar la evaporación del combustible en el sistema de combustible, lo que puede dificultar el arranque del coche o afectar su rendimiento. Te recordamos que no es bueno dejar el depósito con poco combustible, porque los residuos que se van depositando en el fondo pueden llegar al motor y provocar averías.
Además, con un nivel bajo de combustible se generan burbujas de aire que obligan a la bomba a hacer un sobreesfuerzo. Y ese sobreesfuerzo acelera su desgaste, lo que obligará a sustituirla antes de lo que correspondería.
Frenos desgastados, otra de las averías más frecuentes provocadas por las altas temperaturas
Unos frenos en buen estado son esenciales para detener el coche de manera segura. Junto con los neumáticos y las suspensiones, conforman lo que se conoce como triángulo de seguridad del vehículo. El uso excesivo de los frenos en carreteras calientes o montañosas puede provocar un mayor desgaste de las pastillas y discos de freno, además de una posible falla de estos y no rindan al 100%. Por ello, asegúrate de que los frenos funcionen correctamente, verifica el grosor de las pastillas y el estado de los discos.
Vidrios o parabrisas dañados
Por último, el calor también puede debilitar la superficie acristalada de los coches, provocando la aparición de pequeñas grietas, lo que podría llevar a roturas o daños mayores.