Las zonas de deformación son un invento de Mercedes-Benz
En 1951, el ingeniero de Mercedes-Benz, Béla Barényi, registró una patente sobre celdas especiales dentro de una carrocería que se deformaría al impactar. Estas zonas de deformación ayudarían a redistribuir la fuerza del impacto durante un choque y terminarían siendo implantadas en los coches de la marca en 1959.