Audi es sinónimo de innovación, de diseño y, por supuesto, del sistema de tracción total quattro. Esta tecnología otorga a los vehículos de la firma de los cuatro aros ese extra de rendimiento y prestaciones tanto dentro como fuera de la pista, convirtiéndose en uno de los sistemas de tracción a las cuatro ruedas más efectivos del mercado. En 2020 se conmemoran los 40 años de historia de la tracción quattro de Audi, y vamos a hacer un repaso por su evolución desde su origen en 1980.

Audi Quattro Group S Prototype: el coche secreto de 1.000 CV

Sin embargo, la tecnología quattro se remonta un poco más atrás en el tiempo, concretamente al invierno de 1976-1977, cuando un equipo de ingenieros de Audi llevó a cabo una serie de pruebas de conducción en la nieve sueca. Un Volkswagen Iltis (Type 183), un vehículo todoterreno fabricado para el ejército alemán, canadiense y belga, fue utilizado durante las pruebas invernales contra prototipos de tracción delantera. Gracias a la tracción integral y a su gran altura libre al suelo demostró ser más capaz que sus rivales mucho más potentes.

Volkswagen Iltis

Los ingenieros pronto se dieron cuenta que Audi podía utilizar un sistema de tracción a las cuatro ruedas incluso en coches de pasajeros de altas prestaciones. Sin embargo, la firma alemana debía desarrollar esta tecnología para que fuera un tipo de transmisión completamente nuevo, más ligero, compacto, eficiente y sin una pesada caja de transferencia, ni un segundo eje de propulsión.

1980, nace oficialmente la tecnología quattro

Los ingenieros de Audi idearon un sistema basado en un eje hueco. El eje secundario en la caja de cambios, de 263 mm, estaba hueco para alojar ejes que conducían el par en dos direcciones. Desde su extremo trasero accionaba la carcasa del diferencial central, de tipo cónico y con bloqueo manual. Ese diferencial, en situaciones normales, enviaba el 50% del par hacia el eje trasero, equipado también con un diferencial de bloqueo manual. La otra mitad del par generado por el motor se transfería hacia el diferencial del eje delantero, a lo largo de un eje de salida que giraba dentro del eje secundario.

Volkswagen Iltis

No sería hasta el Salón de Ginebra de 1980 cuando esta nueva tecnología se mostrase en un vehículo de producción, el Audi quattro. Este elegante coupé de líneas angulosas estaba equipado con un motor de cinco cilindros sobrealimentado de 200 CV y, aunque inicialmente su producción se limitaría a unas pocas unidades, fue tal su éxito comercial que terminó formando parte de la gama de modelos de Audi hasta 1991.

Durante esos años, fueron llegando diferentes mejoras y versiones, como el Audi Sport quattro (prueba) de 1986, que se caracterizaba por sus 306 CV y una distancia entre ejes más corta.  Ya en 1986 llegaría a la gama el Audi 80, el cual estrenaba la segunda generación de la tecnología de tracción total quattro. Esta evolución se caracterizaba por el diferencial Torsen (torque sensing), que consistía en una transmisión de engranajes helicoidales. Si uno de los ejes perdía tracción, se creaba una fricción en los engranajes helicoidales del diferencial que permitía derivar hasta el 75% del hacia el otro eje.

Evolución y adaptación a otros modelos de la gama Audi

Audi V8 quattro

Con la aparición del Audi V8 en 1988, y posteriormente en el Audi A8 (prueba), empezó a utilizarse el embrague multidisco con control electrónico junto a un Torsen trasero (o dos diferenciales Torsen, uno central y otro trasero, en la versión con cambio manual), hasta que en 1994 se implantó la configuración más utilizada en casi toda la gama, un Torsen central con diferenciales libres delante y detrás, y el sistema de control de tracción haciendo las veces de autoblocante.

En 1995 se ofrecería el primer motor TDI con tracción permanente a las cuatro ruedas y, antes de que acabara el siglo, la tecnología se implementaría en la gama compacta, con el Audi A3 y el Audi TT (prueba) equipados con un embrague multidisco hidráulico controlado electrónicamente.

Audi TT quattro

A partir de ese momento, el sistema de tracción total quattro sufriría una tercera evolución con la llegada del Audi RS 4 (prueba) de 2005. El nuevo engranaje planetario permitió valores de bloqueo aún más altos y en condiciones normales distribuía las fuerzas en una proporción de 40:60 entre ambos ejes. Esta tercera generación del diferencial central ha experimentado más etapas de desarrollo desde entonces y todavía hoy está presente en la gama.

En 2006 nacería el Audi Q7 (prueba), el primer SUV de la marca equipado con un diferencial central asimétrico y, un año más tarde, llegaría el Audi R8 (prueba) con una nueva evolución de su sistema de tracción total quattro. Desde la caja de cambios en la parte trasera salía un eje hacia un acoplamiento viscoso junto al eje delantero. Podía ejercer entre el 15% y el 30% del par de impulso con las ruedas delanteras cuando las condiciones lo exigían.

Audi Q7 quattro

En 2008 llegó el diferencial deportivo para las versiones más potentes de la gama, firmadas por Audi Sport que el año pasado celebró su 25º aniversario, y para los modelos Q, debutando en el Audi S4. Finalmente, el sistema quattro fue capaz de adaptarse a la tecnología ultra cuando llegó al Audi A4 (prueba) en 2016.

La tecnología quattro de Audi en la actualidad

A finales de 2019, Audi había producido casi 10,5 millones de coches equipados con tracción a las cuatro ruedas en todo mundo, incluyendo más de 800.000 tan solo el año pasado. Durante el pasado ejercicio, alrededor del 45% de los compradores eligieron modelos equipados con esta tecnología. Cabe mencionar el gran crecimiento de las ventas de coches con sistema de tracción quattro, pasando de 3,3 millones de unidades en 2010 a más de 10,5 millones en 2020, cifra que empezó a contabilizarse desde el lanzamiento del Audi quattro en 1980.

Audi quattro

La razón de este gran crecimiento es que Audi ha logrado implementar la tecnología quattro en toda la gama, a excepción del Audi A1 (prueba). De serie, los modelos superiores, como el A8, el Q7, el Q8, el e-tron Sportback y el R8, además de las versiones S y RS, están equipados con este sistema de tracción a las cuatro ruedas.

Audi quattro en competición

Aunque la firma de Ingolstadt se atrevió con el campeonato del mundo de rallyes en 1978, con un equipo oficial y coches de tracción delantera, no sería hasta la temporada de 1981 cuando la tecnología quattro hiciera su aparición oficialmente en competición. Hasta ese momento, desde el nacimiento del campeonato en 1973, los dominadores eran los coches de propulsión trasera, con tímidas incursiones de modelos de tracción delantera. Además, el reglamento impedía la participación de coches de tracción total.

Audi sport quattro rallyes

Todo esto cambió con la llegada del Audi quattro. El piloto finlandés Hannu Mikkola ganó los seis primeros tramos especiales del Rallye de Montecarlo de 1981 y, pese a conseguir una ventaja importante de seis minutos sobre sus rivales, un accidente le dejó sin esa merecida victoria. Por suerte, lo más alto del podio le estaría esperando en la siguiente prueba del calendario, el Rallye de Suecia.

A partir de ese momento, Audi mostró su supremacía en los rallyes. En 1982 conquistaron siete victorias y el campeonato de marcas, mientras que un año más tarde Mikkola obtendría el título de pilotos. En la temporada de 1984, Walter Röhrl, bicampeón del mundo, fichaba por Audi y obtenía la victoria en Montecarlo, por delante de sus compañeros de equipo, Stig Blomqvist y el propio Mikkola. Al final de la temporada, Audi obtuvo los títulos de marcas y el de pilotos con Blomqvist.

Audi Sport quattro Grupo B

Aunque todo esto quedaría sutilmente eclipsado por la llegada de Audi al Grupo B de rallyes. Los ingenieros desarrollaron el Sport quattro de menor distancia entre ejes para la temporada de 1984 y, al año siguiente, irrumpiría el Sport quattro S1 de 476 CV y solo 1.090 kg de peso. Conocería también una tercera evolución, el S2, con un impresionante kit de carrocería aerodinámico, mejoras técnicas, una potencia de 550 CV e incluso una versión con un cambio de doble embrague que se accionaba neumáticamente.

Los coches de calle del Grupo B

En 1986, Audi se retiró del Campeonato del Mundo de Rallyes, aunque aún nos dejaría una nueva hazaña. Röhrl ganaría la edición de 1987 del Pikes Peak Hillclimb con un Sport quattro S1 modificado. El alemán completaría los 19,99 km de subida en un tiempo récord de 10 minutos y 47,85 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 196 km/h.

De la tierra y la nieve a los circuitos de asfalto y Le Mans

Audi 200 Trans-Am

Más tarde, la tracción quattro irrumpiría en las carreras de turismos, con un Audi 200 para el campeonato Trans-Am americano de 1988, conquistando los títulos de marcas y pilotos en su primer intento, este último con Hurley Haywood. En 1989 lograría alzarse con siete victorias en las 15 carreras del campeonato IMSA GTO, con Haywood y Hans-Joachim Stuck. El Audi 90 quattro ofrecía una potencia que rondaba los 720 CV.

También se obtendrían grandes resultados en el DTM. En 1990, Audi se inscribe en el Campeonato Alemán de Turismos, lo que permitió a Stuck conseguir el título de pilotos en su primera participación en el campeonato con un Audi V8 quattro. En 1991 el título acabaría en manos de Frank Biela. En 1992 Audi se retira tras haber ganado 18 de las 36 carreras disputadas. En 1996, el Audi A4 quattro Supertouring, con un motor 2.0 de cuatro cilindros, participó en siete campeonatos nacionales en tres continentes y los ganó todos.

Audi V8 DTM

Hasta ese momento, el palmarés de Audi en competición era el siguiente: cuatro títulos en el Campeonato del Mundo de Rallyes, tres victorias en Pikes Peak, una victoria en Trans-Am, dos títulos de DTM, once campeonatos nacionales de turismos y una Copa del Mundo de Turismos.

El tiempo se detendría hasta 2012, cuando Audi quattro vuelve a lograr una victoria en circuito con el Audi R18 e-tron quatro y su sistema híbrido de propulsión. Éste estaba compuesto por un V6 TDI que impulsaba las ruedas traseras, mientras que un acumulador de inercia suministraba energía recuperada a dos motores eléctricos situados en el eje delantero. En situaciones donde era necesaria la máxima potencia, el sistema hacía funcionar los tres motores y, combinados, creaban un sistema de tracción total.

Audi R18 e-tron

El R18 de Audi logró tres victorias consecutivas en las 24 Horas de Le Mans y dos títulos de pilotos y marcas en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC).

1 Comentario

  1. Subaru lleva desde 1971 con la tracción S-AWD y el diferencial Torsen estaba inventado muchos años antes…

    Espero el año que viene un 40 aniversario Subaru S-AWD.

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