No hacer una prueba de conducción
No hace falta insistir mucho en la necesidad de realizar una prueba de conducción. Aunque esto es algo que siempre hay que hacer, incluso con un coche nuevo. Es importante que el motor esté en frío, porque es la única manera de identificar si hay alguna pieza defectuosa y también ver cómo arranca en frío.

A través de una prueba de conducción, puedes advertir fallos como una caja automática que hace las transiciones entre marcha de manera limpia o a tirones, si la dirección está correcta o no mantiene el coche en línea recta, si el aire acondicionado enfría, detectar algún ruido aerodinámico, funcionamiento del ABS y un largo etcétera. En este punto, hay que remarcar la importancia de llevar alguien contigo, ya que dos personas ven y perciben más que una.