Este Toyota Celica con motor V8 turbo y genes de Nissan GT-R es un auténtico Frankenstein sobre ruedas, pues cuenta con componentes de varios modelos de coches diferentes. Su motor, por ejemplo, proviene de un Lexus y ha sido modificado de arriba abajo y ahora equipa un enorme turbocompresor Garrett que permite que su potencia alcance los 1.000 CV. Un bloque que está ligado a una caja de cambios secuencial de seis velocidades firmada por los especialistas de Holinger que trabaja en asociación con un sistema tracción a las cuatro ruedas tomado de dos generaciones diferentes del Nissan Skyline GT-R.
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Las particularidades de este Toyota Celica TA22 V8 turbo no terminan ahí, ya que su propietario ha reemplazado el esquema original de suspensiones por otro más elaborado, sustituyendo el eje rígido trasero original por una suspensión independiente con dobles trapecios, configuración que también encontramos en el tren delantero. Lo más sorprendente de todo es que hayan conseguido meter en el pequeño vano motor de este Toyota de la primera generación del Celica un enorme bloque V8 y el sistema de tracción de un Nissan Skyline GT-R (de dos más bien, R33 y R34). Con todo, este ‘monstruo’ con apariencia de clásico alcanza los 311 km/h tras un kilómetro acelerando al máximo.
