No sabemos muy bien si las imágenes que estás a punto de ver son fruto de la casualidad o de una cuidada campaña de marketing viral, en cualquier caso no dejan de resultar sorprendentes. Y es que la última persona a la que imaginaríamos conduciendo este BMW M3 del que se tuvo que bajar el copiloto para recuperar el aliento tras marearse es a una mujer vestida con minifalda, calzada con unos tacones y protegida por un casco. Pero así es.
Seguro que si existiera una combinación oficial de vestuario para entrar a rodar en el Nürburgring Nordschleife, en la lista no aparecerían por ningún lado unos tacones. No es el tipo de calzado más adecuado para conducir y menos en una situación como esta, en la que se sobreentiende que vas a ir más rápido de lo normal. Y no sólo nos sorprende a nosotros, si prestas atención al vídeo que encontrarás a continuación podrás escuchar cómo reaccionó el público que estaba presente.
Fuente: CarScoops
