Quizá alguna vez has pensado al llegar a alguna de las infinitas rotondas que hay repartidas por la geografía nacional que, por su el diseño de su construcción, podría hacer las veces de rampa de despegue si algún conductor despistado llegase a entrar ‘pasado’ en la misma. Es probable incluso que en alguna ocasión te hayas encontrado con un coche subido encima, pero lo que seguro que nunca antes has visto es lo que pasó en las calles de la ciudad rumana de Braila. Un conductor se durmió al volante al llegar a una rotonda y acabó pegando el salto de su vida.
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Según nos informan desde AutoEvolution, el conductor de este compacto, que parece ser un Volkswagen Golf o similar, se quedó dormido cuando circulaba por una amplia avenida y se aproximaba a una intersección en la que habían instalado una rotonda. Debió despertarse al colisionar con la isleta que había antes de llegar a la plaza circular, pues en el vídeo que tienes más abajo se puede ver que cuando llega a la rotonda, ya está presionando los frenos. Pero de poco le sirvió, pues el coche continuó su comino como si nada hasta llegar a la rotonda, que hizo las veces de salto lanzando el coche por los aires, a varios metros de altura, hasta que finalmente aterrizó al otro lado en un vuelo que ni el mismísimo Ken Block podría repetir.
Fuente: AutoEvolution