Los jóvenes diseñadores vienen pegando fuerte. Tenemos cantera en el mundo del motor para rato, y para muestra, un botón. Desde la República Checa llega el Skoda Atero, un coupé de dimensiones compactas realizado por veintiséis aprendices —cuatro mujeres y veintidós hombres- de la Academia Skoda utilizando como base el Spaceback (prueba).
Los estudiantes han necesitado unas 1.700 horas para realizar un laborioso trabajo en el que se ha desplazado el pilar B y se ha variado la inclinación del C y del techo, que, como buen coupé, ahora tiene una caída más pronunciada. Algo más tuning son su capó con entradas de aire iluminadas o sus bajos con iluminación LED en rojo, mismo color utilizado para alguno de sus elementos como son la parrilla o las taloneras. Asimismo, adopta paragolpes de nueva factura y los escapes del Octavia RS.
Pero ahí no termina la cosa en este ‘one-off’, porque monta llantas Turini de 18 pulgadas, también heredadas del sedán deportivo, y equipo de sonido compuesto por 14 altavoces y una potencia de 1.400 vatios.
Este coupé de 4,3 metros de longitud y dos puertas, como buen coupé, equipa un motor sobrealimentado de 1,4 litros capaz de rendir 125 CV y que trabaja asociado junto con una caja de cambios DSG de siete velocidades.
Como ocurre con el Skoda CitiJet o el Skoda Funstar, prototipos nacidos en la misma escuela y presentados en el Wörthersee, el Skoda Atero no llegará a producirse en serie.