¿Cómo se toman normalmente las mejores decisiones? Con toda la información necesaria siempre es más fácil acertar. Y como sabemos que es obligatorio tener contratado un seguro de coche para poder circular por nuestras carreteras y tarde o temprano, como conductor, te tendrás que enfrentar a la contratación de una póliza, queremos explicarte cuáles son los diferentes tipos que hay disponibles y las coberturas que ofrecen en cada caso. Así tendrás una buena base para poder realizar la mejor elección en función de tus necesidades.
Lo primero que debemos aclarar, antes de entrar en materia, es el concepto de póliza de seguro. Se trata de un documento que refleja el contrato y en el que se especifican las normas y las relaciones entre la aseguradora y el contratante. La póliza se puede dividir en varias partes: condiciones generales, condiciones particulares y condiciones especiales. En las generales están los datos básicos (tiempo de duración, riesgos no incluidos, indemnizaciones, jurisdicción…), mientras que en las otras dos encontramos información relativa a la definición de las partes, del bien asegurado, de la naturaleza del seguro o del importe de la prima, entre otros.
Una vez tenemos claro esto, lo siguiente es saber cuáles son los diferentes tipos de pólizas de seguro para coche. Existen infinidad de clases, pero por norma general, podemos contratar seguro a terceros, terceros ampliado, todo riesgo con franquicia y todo riesgo. El seguro a terceros está destinado, como su propio nombre indica, a cubrir los daños que podamos ocasionar con nuestro vehículo a otros, ya sean conductores, peatones o automóviles.
Incluye el Seguro de Responsabilidad Civil de Suscripción Obligatoria (como en todas las pólizas, por cierto) y se puede complementar con un Seguro de Responsabilidad Civil de Suscripción Voluntaria, defensa jurídica con gestión de multas, asistencia en viaje o con un seguro para el conductor (que se refiere a los capitales que se garantizan en caso de fallecimiento o incapacidad permanente del conductor).
El seguro a terceros ampliado es una póliza que además de lo anterior, añade nuevas coberturas, como pueden ser lunas, incendio total o parcial, robo o intento de robo. Este es el caso del seguro a Terceros Plus de la Mutua Madrileña, que además de las coberturas básicas que ofrece un terceros básico, para mayor tranquilidad del conductor, incorpora todas las que hemos enumerado en este mismo párrafo.
El siguiente escalón es el seguro a todo riesgo con franquicia. Además de lo anterior, este tipo de póliza incorpora cobertura de daños propios, es decir, cubre los daños que puedan ser ocasionados en el vehículo asegurado. La principal diferencia de este con respecto a un todo riesgo completo es que tiene un precio más reducido, pues el asegurado participa con una cantidad fijada previamente (llamada franquicia) en caso de que se produzca un siniestro.
Pasemos a conocer los seguros a todo riego. Son los más completos, a todo lo anterior añaden la cobertura total en caso de daños ocasionados al vehículo asegurado. Además, dependiendo de la asegura por la que te decantes, podrás beneficiarte de otros aspectos igualmente atractivos, como los tres partes que puedes dar al año con el seguro a Todo Riesgo de la Mutua Madrileña sin que ello afecte a las bonificaciones.
Pero si lo que buscas es un seguro de coche que te dé una tranquilidad total y absoluta, hay opciones todavía más interesantes y completas. Los todo riesgo se pueden ampliar con más coberturas, como puede ser el préstamo de un vehículo de sustitución en caso de accidente, avería o robo, gestoría o la repatriación ilimitada en toda Europa tanto del vehículo como de sus ocupantes. Además, también es posible contratar un seguro que cubra todos los costes derivados de posibles averías mecánicas o eléctricas, como el seguro a Todo Riesgo Integral de la Mutua, el primero de su clase de todo el mercado.