Vaya la sinceridad por delante: desde el primer comunicado que mandó Jeep del Renegade allá por marzo de 2014, este todocamino, estéticamente hablando, no era santo de mi devoción. Mi percepción cambió en el mismo instante en el que vi por primera vez aparcada la unidad de pruebas, ahí, esperando a ser arrancada por estas manos, luciendo su llamativo ‘Azul JetSet’. Su ‘sex appeal’ entra por lo ojos… Primero por su imagen: es un Jeep ‘de los de toda la vida’, con su clásica parrilla con siete listones verticales y sus faros circulares, sin inventos de última hora como los introducidos en el frontal del Cherokee. Un SUV de formas cuadradas, clásicas, pero conjugadas con trazos modernos. No encuentro el techo con línea de coupé tan ofrecido hoy en día, y eso, sinceramente, ante tanta oferta, se agradece. La firma americana ha sabido aportarle una imagen moderna, divertida, y lo ha conseguido, curiosamente, diferenciándose de lo que los fabricantes brindan en la inmensa mayoría de sus modelos. Asimismo, se aprecia la dedicación con la que ha sido diseñado; solo hay que echar un vistazo a los múltiples Easter Eggs ocultos tanto fuera como por dentro del vehículo.

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Lo mismo ocurre en su interior, mucho más serio y mejor acabado que el de su ‘primo hermano’, el Fiat 500X (prueba). Equipa plásticos gomosos, aunque también duros. Aún así, la calidad percibida es buena, bastante buena. Sentado en los cómodos asientos, donde es fácil encontrar una buena posición de conducción, mis ojos ponen la atención en el cuadro de instrumentos, que alberga una gran pantalla a color con valiosa información de viaje, y en los mandos del ‘Selec Terrain’, ubicados en la parte inferior de la consola y desde los cuales puedo elegir entre varios programas de funcionamiento del sistema de control de tracción. ¡Que ganas tengo de divertirme!

Pero antes me acomodo en las plazas traseras, donde compruebo que el espacio para la cabeza es excelente, porque personas de hasta 1,90 metros estarán cómodas; otra ventaja de no adoptar un techo de línea descendente… También es bueno el hueco para las piernas, no así el de los hombros. Tres pasajeros viajarán muy justos, pero como ocurre en todos los vehículos de este tamaño. Lo mismo ocurre con el mullido de la plaza central, que es más duro que el utilizado para las banquetas de los extremos.

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Por su parte, el maletero no es el más grande del segmento, porque cubica 351 litros, ampliable a 1.297 si se abaten los respaldos de los asientos traseros (40:20:40), pero tiene una forma regular, algo poco común y que es perfecto para aprovechar bien el espacio. El piso puede tener dos alturas y el inferior oculta el kit reparapinchazos… ¡kit reparapinchazos! No entiendo como un vehículo de la naturaleza del Jeep Renegade 4×4, que por su capacidad off-road invita a adentrarte por terrenos complicados, no traiga de serie una rueda de repuesto. Incomprensible.

El Jeep Renegade de la prueba equipa el 2.0 Multijet de 140 CV. Es la opción intermedia de la gama diesel, pero resulta suficiente para mover este SUV de 1.600 kg de peso con soltura. Es alegre, poco ruidoso y enérgico desde las 1.500 rpm, rango en el que entrega todo su par motor, por lo que no suele ser necesario reducir marchas ante la demanda de más empuje. Trabaja asociado a un cambio automático de convertidor de par de nueve relaciones que me ha sorprendido tanto por su rapidez como por la suavidad en la que pasa de una velocidad a otra. Esta combinación, junto con el sistema sistema Stop&Start, que no es especialmente veloz, permite al Renegade circular con un consumo medio que supera con creces el oficial. Durante mi recorrido de pruebas, el ordenador de viaje ha marcado 8,1 l/100 km, bastante diferente de los 5,6 que expone el papel, aunque no me resulta una cifra muy elevada para un vehículo de su peso, con tracción a las cuatro ruedas y con una aerodinámica que en absoluto le beneficia.

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En marcha llama la atención lo bien asentado que está, a pesar de sus características y su elevado centro de gravedad. Balancea poco, y eso se agradece en los virajes, aunque esa ventaja se convierte en un handicap a la hora de filtrar las irregularidades del terreno.

Toca poner a prueba el Jeep Renegade 4×4 en el hábitat en el que más confortable se siente: fuera del asfalto. Y es que es en este terreno donde pone distancia con sus rivales. Su capacidad off-road sorprende, y lo hace gracias al sistema de tracción 4×4 con posibilidad de bloqueo de par al 50% entre los dos ejes, y al ‘Select Terrain’, compuesto por los modos: ‘Auto’, ‘Snow’, ‘Sand’ y ‘Mud’. Con estos programas electrónicos, que varían la entrega de fuerza del motor, el sistema de tracción y la intervención del control de tracción, sale airoso de terrenos complicados como nieve, arena o barro. También contribuyen a poder adentrarse en pistas de dificultad media sus ángulos de entrada (21,0), salida (32,1) y ventral (24,0), además de su altura libre al suelo (198 mm).

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Sin duda, tras realizar la prueba del Renegade 4×4 puedo afirmar que la compañía americana ha construido un auténtico Jeep. Obviamente no tiene las cualidades de un Wrangler, ni las esperaba, pero su comportamiento fuera del asfalto sorprende, diferenciándole de todos sus rivales, al igual que su atractiva y cuadrada imagen. En contadas ocasiones un vehículo me deja tan convencido, con tan buen sabor de boca como me ha dejado el Renegade. Lástima que el precio de esta versión sea bastante elevado…

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  A destacar   A mejorar
Imagen Consumo
Capacidad ‘off-road’ Sin rueda de respuesto
Habitabilidad Suspensión demasiado seca
Ficha técnica Jeep Renegade 4×4 2.0 Multijet 140 CV
Motor Cilindrada 1.956 cc
Cilindros 4 en línea
Potencia máxima 140 CV / 3.750 rpm
Par máximo 350 Nm / 1.500 rpm
Transmisión Caja de cambios Automática. Convertidor de par, 9 velocidades
Tracción Total
Suspensión Delantera Tipo McPherson / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Trasera Tipo McPherson / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Dimensiones Longitud 4.255  mm
Anchura 1.805 mm
Altura 1.689 mm
Distancia entre ejes 1.697 mm
Alimentación Tipo de alimentación Inyección directa por conducto común. Turbocompresor geometría variable.
Peso Peso 1.605 kg
Prestaciones Velocidad máxima 187 km/h
Aceleración 0-100 km/h 10,0 seg
Consumos Urbano 6,9 l/100 km
Extraurbano 5,2 l/100 km
Combinado 5,6 l/100 km
Emisiones Emisión CO2 154 g/km (Euro VI)
Precio Precio final 27.200 euros

Fotos: Álex Aguilar

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