PRUEBA: Hyundai Elantra 2016

Tengo que reconocer que me he llevado una grata sorpresa al realizar la prueba del Hyundai Elantra 2016. La renovada berlina de la marca, un vehículo que queda situado justo por debajo del Hyundai i40 tanto por dimensiones como por precio, no solo luce una lograda imagen exterior, también cuenta con un habitáculo funcional y bien rematado. Además, ahora sí está disponible con una mecánica diésel, que se suma al motor de gasolina con el que ya estaba disponible el anterior Elantra. Te cuento por qué me ha sorprendido y por qué pienso que es una de las mejores opciones de su segmento.

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Lo primero que valoramos al comprar un coche es su aspecto exterior: si no te entra por los ojos, lo más probable es que directamente ni te plantees la compra de ese modelo. Y el Hyundai Elantra 1.6 CRDi que pruebo es un coche que, gracias a su lograda imagen exterior, resulta muy agradable visualmente. Aunque soy consciente de que esta es más bien una cuestión subjetiva, es innegable que estoy ante un automóvil con personalidad que apuesta por una imagen dinámica gracias a sus esculpidas líneas y, sobretodo, a su pronunciada caída de techo en la zaga.

Y esas líneas fluidas se traducen en un excelente coeficiente aerodinámico de 0,27 Cx, según la marca, el mejor de su segmento. La longitud total alcanza los 4,57 metros, mientras que la distancia entre ejes se sitúa en los 2,7 metros. Es decir, el nuevo Hyundai Elantra ha crecido en tamaño 4 centímetros pero su batalla permanece inalterada con respecto al modelo que comercializaba hasta ahora Hyundai. Pero por otro lado, esa imagen exterior tan atlética tiene su contrapartida, pues la pronunciada caída del techo que mencionaba anteriormente limita la altura disponible en las plazas traseras.

No es alarmante, pero en mi caso la cabeza quedaba a escasos centímetros del techo (mido 1,82 metros), por lo que alguien más alto probablemente rozará. En lo que no decepciona es en el espacio disponible para las piernas, que sin llegar a percibirse tan amplio como el del (prueba) Seat Toledo, que es uno de sus rivales directos, nunca resulta insuficiente, incluso en el caso de que los asientos delanteros estén muy retrasados.

Y ya que estoy hablando del habitáculo, destacar el agradable aspecto del salpicadero del Elantra 2016, que además de moderno, es funcional: todo está donde esperas que esté, por lo que hacerse a él es realmente sencillo e intuitivo. Los ajustes son de primer nivel entre los de su segmento, superiores sin duda a los de modelos como el Citroën C-Elysée. Eso sí, el tacto duro de algunos plásticos, como el de los guarnecidos de las puertas, desmerece un conjunto que de otra forma me parece ideal. En cuanto al maletero, con 458 litros de capacidad, es ligeramente más pequeño que el de rivales como el Fiat Tipo (520 litros) o el Skoda Rapid, que ofrece 550 litros.

El equipamiento es muy amplio incluso en la versión de acceso del Hyundai Elantra 2016 que pruebo, denominado Klass, que ya cuenta con todo lo imprescindible (faros antiniebla, climatizador manual, control de crucero, sistema de sonido con conexiones auxiliares, manos libres con Bluetooth o el volante y el pomo del cambio rematados en cuero, entre otros). Por encima de este hay otros dos acabados, Tecno y Style, cada cual más completo. Son precisamente estos dos últimos con los que estaban equipados las dos unidades del nuevo Elantra que pude conducir durante la presentación.

En el caso del Style, destacar su completísima dotación de serie, en la que no faltan elementos como unos asientos delanteros calefactados y ventilados -y eléctrico en el caso del conductor-, múltiples sistemas de asistencia a la conducción. Entre otros, monta sistema de detección de ángulos muertos, apertura del maletero manos libres, pantalla a color en el cuadro de mandos, sistema multimedia con pantalla táctil, cámara de marcha atrás, techo solar practicable, luces diurnas de LED…

Como habrás visto, no he mencionado que equipe de serie un sistema de navegación, pues no es el caso. Tampoco podrás montarlo opcionalmente, ya que por el momento no estará disponible en el nuevo Elantra -es probable que lo ofrezcan más adelante como un accesorio-. Una pena, la verdad, pues es algo que se echa en falta sobre todo teniendo en cuenta su abundante equipamiento.

Otro detalle de equipamiento que no me ha gustado es la ausencia en la carrocería de un botón o tirador que permita abrir el maletero desde el exterior en las dos versiones más básicas (Klass y Tecno) sin necesidad de tener que recurrir al mando a distancia o al pulsador que hay en el habitáculo. Criticar esto puede parecer exagerado, pero es un aspecto que seguro que cuesta muy poco solucionar y que mejoraría un coche que, salvo por los pequeños detalles que te comento, me parece de lo mejor de su segmento.

Una vez analizado su aspecto, habitáculo y equipamiento, llega el momento de contarte cómo va el Hyundai Elantra 1.6 CRDi que he probado, que estaba equipado con el motor turbodiésel, una mecánica que no estaba disponible en su antecesor. Se trata del conocido 1.6 de cuatro cilindros y 136 CV de la firma surcoreana, un propulsor que en marcha destaca por ofrecer una respuesta extremadamente lineal independientemente de la velocidad de giro o de la relación de cambio que llevemos engranada.

Esta sensación de empuje constante (que no contundente, ojo) de la que hablo no es solo una percepción mía, es que si atiendes a su ficha técnica, verás que los 265 Nm de par que entrega su propulsor están ahí desde tan solo 1.500 revoluciones por minuto, manteniéndose hasta que el motor alcanza las 3.000 vueltas, momento en el que la ‘caballería’ toma el relevo. Por tanto, estamos ante una mecánica extremadamente agradable de utilizar, pues no es necesario recurrir constantemente al cambio para obtener una buena respuesta, lo que se traduce en una experiencia de conducción más confortable.

Precisamente confortable es la característica con la que definiría al Hyundai Elantra de la prueba si solo pudiese destacar uno de sus atributos. A la agradable respuesta de su motor hay que sumar un puesto de conducción muy cómodo, con unos asientos que ofrecen suficiente sujeción lateral y amplia regulación (también la columna de dirección), unas suspensiones que filtran a la perfección las irregularidades del asfalto y una dirección que, aunque poco comunicativa, me ha parecido perfecta para el concepto que ofrece este vehículo.

El Elantra 2016 con el cambio automático de doble embrague y siete velocidades opcional ofrece tres modos de conducción diferentes (normal, Eco y Sport), que cambian la respuesta del acelerador y la gestión de la caja automática, que baja una velocidad cuando seleccionamos el modo más dinámico o sube una marcha cuando pasamos al modo más ahorrador. Como punto negativo en el apartado mecánico, decir que me llama la atención que solo la versión automática pueda montar el sistema Start/Stop, un dispositivo que no está disponible en el manual.

Esto, unido a la mayor efectividad del cambio de doble embrague con respecto al manual, permite que el Hyundai Elantra 1.6 CRDi con cambio DCT gaste menos que su equivalente manual: 4,1 litros cada 100 kilómetros frente a 4,5 l/100km. Sin duda alguna esta caja opcional (vale 1.850 euros) es el complemento perfecto para este coche, pues encaja a la perfección con su confortable filosofía.

Por todo lo que he expuesto hasta ahora, puedo decir que me he llevado una muy grata sorpresa al probar el nuevo Hyundai Elantra. Es un coche sencillo y asequible (su precio sin promociones parte de 21.825 con motor diésel o de 19.467 euros con los descuentos de lanzamiento aplicados, sin incluir el PIVE ni el descuento adicional por financiación), pero que no por ello renuncia a una imagen exterior e interior atractiva, a unos acabados razonables o a un amplio equipamiento.

A destacar	A mejorar
Confort de marcha	Ausencia de navegador en todos los acabados
Diseño exterior e interior	Maletero sin botón de apertura exterior (acabados Klass y Tecno)
Equilibrio general	Altura al techo justa en las plazas traseras