PRUEBA: Audi Q3 2.0 TFSI quattro S tronic

Tras realizar la prueba del Audi Q3 2.0 TFSI quattro S tronic de 211 CV he resuelto algunas dudas que… me planteaba. La primera de ellas era saber si el nuevo SUV compacto de Audi se ha conviertido en la opción de compra más lógica de entre las versiones ‘camperas’ de su gama, integrada por el Q3, el Q5 y el Q7 –además de las modelos Allroad del A4 y el A6- y al mismo tiempo, quería comprobar las prestaciones y el comportamiento de la variante más potente disponible.[pullquote]El Audi Q3 es la opción de compra más racional[/pullquote]

Con una longitud de 4,38 metros, el Audi Q3 2.0 TFSI quattro S tronic se sitúa, por tamaño, entre sus dos principales rivales: el BMW X1 xDrive 28i –con 4,47 m- y el Range Rover Evoque 5p Si4 –con 4,36 m-. Es además, 24 y 70 centímetros más corto que el Q5 y el Q7 respectivamente, por lo que resulta mucho más compacto que sus hermanos de gama, pero al mismo tiempo mantiene esa esencia estética que caracteriza a todos los modelos de Audi. Y es precisamente ese parecido con su ‘familia’ el que ha hecho que se sitúe como el quinto 4×4 más vendido en España –según Anfac-, por delante de modelos como el Kuga (Prueba Ford Kuga 2.0 TDCi 163 CV PowerShift 4WD Individual), el X1 o el Evoque.

El interior del pequeño SUV de Ingolstadt no tiene nada que envidiar al de sus adversarios, pues ofrece cinco plazas, unos acabados de primera y un maletero amplio y con formas regulares. La postura de conducción es de las más cómodas que he visto últimamente y gracias a que la altura del vehículo no es muy elevada -1,59 metros- el acceso al habitáculo se realiza con gran facilidad –aunque para acceder a las plazas traseras tendrás que ser hábil con los pies, pues las puertas posteriores no dejan mucho espacio para ellos-.[pullquote]Pasa de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, la misma cifra que el Volkswagen Golf GTI[/pullquote]

Por ahora, el Audi Q3 2.0 TFSI quattro S tronic y sus 211 CV se sitúan en la cima de las motorizaciones ofertadas, aunque es de esperar que lancen próximamente una versión con el poderoso propulsor 2.5 TFSI de cinco cilindros que equipa el RS3 (Prueba Audi RS3), tal y como han dado a entender los distintos prototipos del Q3 que la firma a presentado en varios salones del automóvil. Pero por ahora nada es oficial, así que hablemos del excelente 2.0 TFSI que por cierto, también anima a muchos otros modelos del Grupo VAG, como el Golf GTI. Rinde una potencia máxima de 211 CV a 5.000 rpm y un par motor de 300 Nm entre 1.800 y 4.000 rpm y en el caso del Q3 va asociado, de serie, a una caja de cambios automática de doble embrague S tronic de siete velocidades. Si bien, el mismo propulsor 2.0 TFSI está disponible con cambio manual pero en versión ‘descafeinada’, pues rinde 170 CV –el precio de venta es más atractivo y el consumo de combustible homologado se reduce de 7,7 a 7,3 l/100Km-. Con todo, la versión más potente del Audi Q3 realiza el paso de 0 a 100 Km/h en tan sólo 6,9 segundos, alcanza una velocidad máxima de 230 Km/h y el consumo en condiciones reales asciende hasta 8,7 l/100Km –si bien, tal y como comento más adelante es posible reducir dicha cifra en un litro cada cien kilómetros-.[pullquote]Se encuentra más a gusto en carretera que por un camino[/pullquote]

Como viene siendo habitual entre los SUV de los últimos años, el comportamiento todoterreno del Q3 2.0 TFSI quattro S tronic no ha sido uno de los factores prioritarios a la hora de desarrollarlo, pues emplea la plataforma MQB común a otros modelos del grupo. Con una escasa altura libre, cortos recorridos de suspensión y neumáticos de corte asfáltico, el Q3 se encuentra más a gusto en carretera que por un camino. Si bien, gracias a la potencia de su propulsor y a la eficacia de su caja de cambios S tronic te podrás dar más de una alegría en tierra –siempre que evites las zanjas y los baches- con la seguridad que otorga la posibilidad de colocar el control de estabilidad en posición ‘offroad’. Eso si, en este aspecto poco tiene que hacer frente al Range Rover Evoque, que se desenvuelve mucho mejor en campo –aunque en carretera, el Q3 esté por encima-.

El Audi Q3 2.0 TFSI quattro S tronic de la prueba iba equipado con prácticamente todas las opciones disponibles: tapicería de cuero, asientos calefactables, navegador con Bluetooth, altavoces BOSE, asistente de mantenimiento en carril –Audi active lane assist-, faros de xenón con tecnología LED, asistente de aparcamiento, amortiguación regulable, reconocimiento de señales de tráfico, Audi Drive Select, retrovisores antideslumbrantes y acceso y arranque sin llave, entre otros. Conviene destacar la eficacia y buen funcionamiento de elementos como el asistente de mantenimiento en el carril, que facilita una conducción relajada y se convierte en un inestimable ‘copiloto’ en los largos viajes. Además, sorprende la facilidad de manejo del equipo multimedia, en el que es posible desde reproducir la música del teléfono móvil -sin necesidad de conectarlo físicamente- hasta almacenar tus canciones favoritas en el disco duro integrado de 20 Gb. Y si a esto le sumamos la claridad y potencia de la que hacen gala los altavoces BOSE –llevan el borde del altavoz iluminado en blanco- nos encontramos con un habitáculo al que estarás deseando acceder y del que no querrás bajarte.[pullquote]El Audi Drive Select y la amortiguación regulable, totalmente recomendables[/pullquote]

Pero hay un par de opciones que realmente son recomendables: el Audi Drive Select y la amortiguación regulable –en total, suman 1.500 euros-. El primero ofrece cuatro modos de funcionamiento: Auto, Confort, Dynamic y Efficiency. Cada uno de estos modos altera el funcionamiento y la respuesta del motor, la caja de cambios, la dirección, la suspensión y la luz de carretera adaptativa y además, si se añade la opción del navegador MMI navigation plus 3G se dispone de un modo adicional, denominado Individual, que permite variar cada uno de esos parámetros a tu gusto. Gracias a esto, es posible reducir el consumo medio del vehículo si circulamos en modo Efficiency, pues altera el funcionamiento del compresor del aire acondicionado y del control de velocidad de crucero –llega incluso a desembragar las marchas y circular en punto muerto para ahorrar combustible aprovechando la inercia del vehículo pero, en el momento en el que pises el freno, introducirá una velocidad corta para emplear la capacidad de retención del motor y reducir más el consumo-.

En definitiva, el coche que he probado, el Audi Q3 2.0 TFSI quattro S tronic, muestra un comportamiento dinámico próximo al de un turismo y unas prestaciones similares a las de un GTI con la practicidad propia de un SUV. Sin duda, es la opción más recomendable de la gama Q de Audi. Pero claro, siempre hay una pega y en este caso son los 42.920 euros que los alemanes piden por él –y a los que hay que sumar las opciones que deseemos, que en el caso de la unidad de la prueba, hacen que el precio se aproxime peligrosamente a los 60.000 euros-.

Lo mejor
+Comportamiento eficaz
+Acabados
+Prestaciones

Lo peor
-Precio elevado
-Acceso plazas traseras
-Escasa altura libre

Texto: Nacho de Haro
Fotos: Claudio Luna