Juegos de guerra: McLaren P1 GTR vs. Ferrari FXX-K vs. Porsche 918 RSR

Durante los últimos tres sábados, exploramos acerca de los tres deportivos híbridos que no solo marcan tendencia dentro de las conversaciones entre entusiastas del mundo motor, sino también en la forma de crear coches de alto rendimiento combinados con eficiencia de cara a un futuro que demandara su aplicación debido a la lenta debacle del petróleo.

En el final de la trilogía, me he permitido recalcar que, aún siendo para disfrute de nosotros, las marcas sostienen de forma silenciosa una rivalidad de años en materia de producción y competición. Para llegar a –cuanto menos observar– las obras maestras de ingeniería que circulan por las carreteras alrededor de los cinco continentes, el ‘feedback’ necesario viene de los kilómetros en pista, y por eso han decidido ir al extremo a resolver sus diferencias sacándose puestos y midiendo quién para el cronómetro antes.

Nuestro refranero castellano amenizará con dos citas clásicas:

“En el amor y la guerra, todo vale”

“De los sueños y las ilusiones también se vive”

Por lo tanto, en el día del amor, San Valentín, me permito llevarte al circuito, a presenciar una guerra que todos (sí, todos) queremos que trascienda de los sueños para ilusionarnos de vuelta con aquellos duelos entre máquinas de elevadísimas prestaciones, pero con la tecnología más sofisticada digna de Regreso al futuro y sin ninguna restricción del máximo organismo regulador del automovilismo.

McLaren, Porsche y Ferrari han desarrollado nuevos y mejorados conceptos de competición partiendo de nada menos que los coches híbridos que vieron la luz para formar parte de la Historia, y cada uno tiene de vuelta, una pequeña serie de peculiaridades.

No es una novedad que los coches híbridos compitan en circuito, en el Super GT de Japón, los Honda CR-Z y el NSX GT-Concept, más el Toyota Prius, son los dignatarios pioneros de la aplicación de tecnologías de propulsión gasolina-eléctrica; Gran Bretaña, Alemania e Italia llevan esto al siguiente nivel saltándose las regulaciones de la FIA.

McLaren P1 GTR:

Fue presentado en el concurso de elegancia de Pebble Beach el año pasado ‘apenas’ como un concept, pero su desarrollo ya se ha concretado y la imagen de la mula definitiva no dista en lo absoluto de aquel prototipo ‘de carne y hueso’. El McLaren P1 GTR será presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra en el mes de marzo y será el puntapié inicial a un programa de carreras-cliente que permitirá obtener un mayor aprendizaje a través de la experiencia en circuitos. Algo que en la casa de los motores llevan tiempo haciendo.

Porsche 918 RSR:

El incógnito germano (pues no se ha sabido nada desde 2011) se presentó en el NAIAS detrás del primer concept de estudio; su primera pretensión fue volverse el sustituto espiritual del Porsche 911 GT1 pero la extinción de dicha categoría apagó toda ilusión, y era demasiado potente como para el GT3; a diferencia del modelo de calle y por razones obvias, el RSR cambia la plataforma de Targa a Coupé con la apertura de sus puertas al estilo ‘Mariposa’. Es el único que incita a vivir al límite pues su sistema KERS se encuentra al lado del asiento del conductor, pero es relativamente más seguro que en su posición original ¿Alguien consideró la posibilidad de que las baterías se incendien?

Ferrari FXX K:

La K en su nombre es una referencia a su sistema KERS y fue una sorpresa que el nombre fuera ese en lugar de ‘LaFerrari XX’, como vaticinaba la prensa. Es el único que ya está en marcha y el que tampoco pasó por una versión previa (salvo las pruebas en Monza donde incluso llegó a destruir parte del eje trasero). No está demás recalcar que sustituye al Ferrari FXX, aquel coloso de casi 900 CV y una hipotética velocidad máxima de 400 km/h, que también pasó por la mano de Edo Competition para homologarlo como coche de calle –Sí, legalizarlo para poder circular en las carreteras sin perder su pedigrí– y es capaz de ensordecer a todo el circuito brasileño de Interlagos.

El caso en común, y muy a pesar de todos, es que no pueden participar en alguna competición de la Federación Internacional del Automovilismo, pero si pudieran enfrentarse en circuito, la situación de ventaja podría plantearse a partir de esta comparativa. No existen datos sobre su rendimiento, pero sí algunos aspectos puntuales para conocer.

A día de hoy, este trío nos devuelve la añoranza por aquellos míticos enfrentamientos en los circuitos de Sarthe (Le Mans), Nürburgring, Spa, Paul Ricard, Zolder, entre otros; y si bien no pueden competir legítimamente entre sí, no faltarían aquellos poseedores de estas máquinas que no dudarían un instante en confrontarlos durante un track-day. Tras el paralelismo, es hora de cerrar el cúmulo de curiosidades sobre cada uno de estos deportivos:

* El McLaren P1 cuenta con un volante idéntico al utilizado en las versiones GT3 del MP4-12C y el 650S (con sistema Quick Release y fisonomía de la Fórmula 1).

* El Ferrari FXX K adopta un radical trasero al prescindir de alerones gigantescos; aunque, a diferencia del FXX anterior, cuenta con aletas sobresalientes en los extremos.

* El Porsche 918 RSR, pese a no competir, sirvió de parámetro para el desarrollo del actual 919 Hybrid de resistencia.

La idea de que los coches híbridos compitan como grandes turismos puede sonar alocado, pero no dista de ser una realidad a medio plazo, pues las carreras de resistencia ya tienen un nuevo tope basado en la propulsión híbrida y los resultados son abrumadores; la Fórmula 1 intentará reivindicarse tras la experimentación de 2014 y, naturalmente, apuntará a las mejorías ¿Será este trío la nueva referencia en competición? Lo sabremos pronto. Por ahora, vamos a dejarles resolver sus diferencias…