La experiencia de vivir el BMW Roadshow 2016

¿Qué sale de todo esto? Un evento sin precedentes en la tierra que me vio nacer y cuya experiencia te voy a narrar en este especial. Incluso para un joven periodista, la idea de vivir en carne propia las bondades de los BMW en el hábitat donde son forjados: el circuito, tiene un valor incalculable pues no existe mejor forma de probar las capacidades de un coche que hacerlo a cuenta propia.

El evento tuvo lugar los días 24, 25 y 26 de junio en el Autódromo Víctor Rubén Dumot. 48 vehículos a estrenar, entre los de exposición y prueba de conducción, estuvieron presentes durante los tres días de rueda quemada, barro y la infaltable socialización con los clientes y demás colegas periodistas locales. BMW puso a disposición de los invitados -entre ellos, un servidor- toda su artillería pesada. La familia M fue representada por los M2, M3 (un F80 y un ‘colado’ E92), M4, M6 Gran Coupé, M135i, y el mastodonte X6 M.

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Parte 1: En los ojos de un periodista y enfermizo aficionado

Mi experiencia tuvo lugar el día sábado. Seis horas marcadas por charlas técnicas, recorrido al área de exposiciones y las oportunidades de conducir un BMW hicieron de la ocasión, digna para el recuerdo. Pero basta de prólogos, es hora de descargar emociones:

Tanto para clientes como prensa, la prueba en pista consistió en un ejercicio que permitía probar la estabilidad de los coches cambiando de carriles alrededor de conos y tomando las curvas a velocidades que pudieran serte prohibidas en carretera. Liderados por dos de los tres pilotos mexicanos presentes: Estefanía Reyes y Alejandro Capín (de quienes hablaré párrafos más adelante), fuimos separados en varios grupos, y de vuelta, en pares por cada coche, que en turnos distintos estábamos dispuestos a probar destreza con su correspondiente cambio de roles. Así ha sido mi vivencia en pista:

El primero, un compacto: 120i

Conversando con una amiga y colega, quedó grabada esta frase “No te subes a un BMW todos los días y menos siendo tú quien lo conduce”. Hago un mea culpa al retrasar al grupo excusándome de no entender cómo operar el joystick que tienen por palanca de cambios para un coche de transmisión automática, no obstante, ya en marcha, los ejercicios de práctica fueron de 10. El coche es sumamente estable como para entrar a 60 kilómetros por hora en curvas “eses” como las del trazado del autódromo y su respuesta al pisar el acelerador es instantánea. Los cambios son efectivos y no se sienten como es de esperarse en un coche de su calado. Es la primera vez que conducía algo distinto de mi habitual Toyota Vitz RS (el Yaris TS del mercado japonés).

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Segundo asalto: X1

No lo saqué a tierra pero tuve la osadía de hundir el pedal derecho, al completar la primera vuelta, quedé sorprendido por cómo alcancé los 170 kilómetros por hora en una brecha inferior a los 220 metros; aunque dejándome llevar por la velocidad, derribé uno de los conos pues tardé en frenar. No puedo reparar errores, así que completé la vuelta pero al ir más rápido también debía usar más los frenos. Al llegar a boxes y luego descender del coche, me percaté que había exigido más de la cuenta al SUV “enano” y una señal en clave de ligera humareda fue necesaria, pero no pasó del susto. Noté cierta preocupación en Estefanía, quien al momento de preguntar dijo «Nada, nada. Tú quédate tranquilo».

Parte 2: El otro capítulo: a través de los pilotos

Ya les había dicho que parte de esta fiesta la puso México. Gracias al team Montaño Motorsport, conformado por sus pilotos: Juan José Ortega, Alejandro Capín y Estefanía Reyes, el roadshow de la firma bávara en tierras guaraníes tuvo su aliciente de barro, llantas quemadas, motores a elevadas revoluciones y, desde luego, velocidad.

El mundo de las carreras sólo puede entenderlo alguien desde adentro; incluso para los periodistas es todavía algo incomprensible sin importar los análisis que hagamos después de un gran premio, un rallye o todo lo que conlleva a las 24 horas de una carrera de resistencia. Después de unas vueltas al trazado de asfalto del Autódromo Víctor Rubén Dumot, un servidor quiso saciar su sed de conocimiento y entrevistó a los pilotos en diferentes momentos del evento.

Montaño Motorsports, representado por Alejandro Capín, el más joven en la NASCAR Mexico Series. Estefanía Reyes, la única mujer en la misma categoría y Juan José Ortega, piloto experto en 4×4, accedieron a hablar un poco acerca de lo que es el mundo de las carreras.

Experiencia y motivaciones

Capín: «La verdad es que toda la vida me ha gustado correr, empecé desde los 8 años en go-karts, y en México, pues es el serial más importante que tenemos, entonces era la escalera lógica el buscar llegar allá –la NASCAR-«.

Reyes: «He corrido desde los siete años en Karting, más tarde en Fórmula Renault. Cuando empecé no había mujeres corriendo y desde entonces he buscado llegar a NASCAR».

Ortega: «Yo empecé como mucha gente, en los go-karts a los 5 años, de ahí empecé a correr otras categorías pequeñas. A día de hoy estoy separado de las carreras. Pese a ello, es un vicio que lo traes en la sangre. He sido piloto de motos también».

Estefanía Reyes bmw02

Ya que hablamos de BMW ¿De qué modelo te has enamorado como piloto?

Capín: «El M3 siempre ha sido como el coche icónico, de cualquiera que guste de ellos, pues no solamente puedes usarlo a diario, también es muy dinámico y lo puedes meter a la pista y ganarle a cualquier coche que te pongan en frente –risas- . Concretamente, el E90, pues de entrada, se muestra imponente desde que te paras frente a él, con una imagen agresiva».

Reyes: «Sin duda alguna estoy enamorada del M4 y el M2. El primero pues tiene un motor muy potente y el segundo pues aparte de ello tiene un manejo muy ágil. En cuanto al M2, pues con caja manual para las calles y los paddleshifters para la pista».

Ortega: «Bueno, yo tengo un 325i y es el que siempre me ha gustado, pero el que me encanta es un X6M, por como se ve, su aspecto me encanta».

¿Qué sensación te produjo romper ese récord de juventud en las carreras?

Capín: «Más que la juventud, el simple hecho de ganar el campeonato de novatos es buena experiencia, es a lo que llevábamos -en el equipo- aspirando mucho tiempo, una meta que yo me había propuesto. El haberlo hecho es un gran logro personal».

¿Algún piloto que te inspira a seguir al frente?

Capín: «Hay muchos, tanto mexicanos como del extranjero, no sólo por lo que hacen en pista sino por todo lo que han recorrido para poder llegar hasta ahí. Mucha gente no lo nota, pero hay muchas cosas que los pilotos deben hacer más allá de andar duro en la pista».

Reyes: «Admiro a muchísimos pilotos, entre ellos, Schumacher, Senna pues son grandes en lo que han hecho y han dejado huella. Son modelos a seguir».

Ortega: «Los hermanos Rodríguez, indiscutiblemente».

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En el mundo motor, siempre se refieren a los pilotos como aquellos que no tienen miedo a morir, otros -me incluyo- preferimos pensar que lo hacen por el gusto a vivir ¿Por qué lado te inclinas?

Capín: «Es el gusto, es la pasión; hay un dicho igual al que mencionas que si sales a la pista pensando que vas a chocar, lo más seguro es que suceda. Debes tener una mentalidad abierta, sabemos que los accidentes pueden pasar, estamos expuestos y aceptamos ese riesgo, por ello pasamos ese miedo a la parte de atrás y lo hacemos por la pasión de estar arriba de un coche».

Reyes: «Yo creo que la muerte en pista es lo último que nos entra a la cabeza y lo hacemos por el gusto a correr».

Ortega: «Debes tener mucho respeto a la velocidad, si lo pierdes, pues estás mal y sabes que te vas a matar».

¿Qué cifra velocidad máxima que has alcanzado en competición?

Capín/Reyes: «310 kiómetros por hora en el autódromo de Monterrey».

Ortega: «320 kilómetros por hora».

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¿Cuál es la reacción del cuerpo humano en ese momento?

Capín: «La velocidad para nosotros se acaba volviendo una costumbre o una necesidad, por eso los coches de NASCAR -en México- no tienen velocímetros, por lo que no nos enteramos qué tan rápido vamos, y la verdad es que se siente muy padre, al punto de que te acostumbras y ya no lo sientes hasta que pisas el freno y ves lo que tardas en detenerte, pues siempre buscas ir al máximo. Nos enfocamos en los tiempos antes que la velocidad. No vemos 240, 280, o 310 km/h, vemos 01:10:05, buscamos bajar a 01:10:00».

Reyes: «Realmente estamos ya preparados, pues no sabemos a qué velocidad vamos (por la ausencia de velocímetros) y es bueno para nosotros pues ayuda a concentrarnos y no chequear el velocímetro».

Lo dimensionas ¿Verdad? Las carreras son un mundo apasionante y tres pilotos han dejado un importante grano de arena compartiendo su mundo en un roadshow. Al ser Ortega el más experimentado, nos deja un mensaje.

«Si lo quieren hacer ¡Háganlo! Que no les impida ni el dinero, ni los padres pues muchas veces se oponen a que lo hagan por lo peligroso, y logren su apoyo».

La experiencia, tanto en pista como fuera de ella, resulta enriquecedora en todo sentido, pues no existe mejor argumento para una marca que dejarte vivirla al volante ni mejor palabra de sapiencia que los pilotos. Es razón más que válida para que te excuses y vayas al Roadshow en donde quiera que estés ¡Pues es un tour mundial!

1 Comentario

  1. Les comento a «Periodismo del Motor» que su editor Luis terminó en realidad quemando las pastillas de frenos de un BMW 0 KM. En todo el circuito no levantó el freno de mano (por eso lo del humo y olor a quemado). Fue bochornoso así como toda su presentación en el evento. Esperamos no tenerlo mas de vuelta. Al menos por algunos casos del bochorno hizo mea culpa, menos la mas costosa de todas y la mas dañina. Todo Rakiura se burló de el. Lamentable!!

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