Carlos Sainz: «El Dakar te lleva al límite en lo físico y en lo psíquico»

Queda muy poco para que dé comienzo la prueba más dura del mundo, el Dakar 2017. En una entrevista, Carlos Sainz ha manifestado que a sus 54 años de edad afronta la cita muy animado y que se ha “preparado para lo peor”, porque está convencido de que Marc Coma ha querido hacer un Dakar duro.

¿Es el 3008 DKR el mejor coche de raids que has pilotado?
«Es el mejor dos ruedas motrices que he pilotado nunca. No quiero decir que otros coches que he pilotado antes sean mejores, es que no me gusta comparar dos coches de diferentes categorías, no es justo».

¿Cuáles son los puntos fuertes del 3008 DKR?
«Lo que hemos conseguido en Peugeot es que, a pesar de ser un dos ruedas motrices, el Peugeot 3008 DKR resulte bastante polivalente. En un tramo de rallye no se pierde tanto como perdían habitualmente los buggies. Ese ha sido el objetivo a la hora de trabajar en el coche».

¿Qué mejoras incorpora el nuevo 3008 DKR?
«El coche es una evolución del modelo del año pasado, con mejoras en la fiabilidad y en las suspensiones. También hemos trabajado en recuperar lo más posible la pérdida de potencia por la penalización que el reglamento nos impone, de correr con una brida 1 milímetro más pequeña. En general, se han mejorado todas las cosas que eran susceptibles de ser mejoradas, para hacer un coche más completo, robusto, competitivo y fiable. Peugeot ha hecho un gran trabajo y esa ha sido la tarea del año».

¿Os afectará tanto la reducción de la brida por reglamento?
«El equipo ha trabajado mucho en ello. Recuperar potencia en alta es imposible, pero sí hemos recuperado algo de par. El ‘problema’ no es que a nosotros nos hayan quitado un milímetro de brida, sino que a uno de nuestros competidores más directos le han dado dos milímetros más. De esta forma, de cómo corrimos en Marruecos a cómo será el Dakar 2017, hay una diferencia de tres milímetros de brida. Eso son palabras mayores, porque estamos hablando de 70-80 CV de potencia».

Carlos Sainz saltando con el Peugeot 3008 DKR

¿Con qué ánimo afrontas un nuevo Dakar a tus 54 años de edad?
«Muy animado, como siempre a estas alturas antes de la carrera. Los días pasan muy despacio a medida que te vas acercando al Dakar. Pero el año ha pasado muy rápido. Acabamos el pasado Dakar con problemas y desde ese momento el equipo se puso manos a la obra para trabajar en esa fiabilidad, que es uno de los puntos fundamentales y de los que te llevan al éxito. Ese trabajo ha implicado muchos test en Marruecos y en Zaragoza, y hemos corrido en la Baja de España, el Rallye de China y el de Marruecos. El equipo ha hecho lo máximo y nosotros también».

¿Qué te motiva para seguir compitiendo?
«Mi fecha de nacimiento la conocéis todos: 12 de abril de 1962. Soy de los más veteranos de la carrera. Y eso, ¿qué significa?: que me tengo que preparar más. El año pasado me encontré bastante cómodo y si no hubiéramos perdido 14 minutos en la segunda etapa, habríamos sido líderes desde el minuto uno hasta la retirada. Fuimos muy rápidos, y eso me anima a seguir. Cuando acabe esta edición analizaremos cómo ha sido, si hemos sido rápidos, si me he divertido, me he cansado… He sido tan privilegiado de poder dedicarme a lo que me gustaba, correr en coche y los rallyes… Tuve la suerte de ganar el mundial dos años y de estar muchas temporadas ahí. Después, me hacía mucha ilusión ser el primer español en ganar el Dakar, y tuve la suerte otra vez de conseguirlo. Creo que me merecía el derecho de poder correr hasta que quisiera. Entiendo que mucha gente se pregunte qué hago aquí, corriendo con mi edad, qué necesidad tengo. Y la primera que me lo dice es mi mujer, que será la más feliz del mundo el día que decida dejar de correr. Aunque sabe lo que me gusta y cuánto me divierto, muchas veces me pregunta: «¿Pero de verdad te compensa todo lo que estás haciendo, irte a probar y a correr aquí y allá?».

¿Es tan duro el Dakar?
«Respeto el Dakar, respeto la altitud y la parte física de esta prueba. Uno de los atractivos de esta carrera es que te lleva al límite en lo físico y en lo psíquico, pone a prueba al coche y a los pilotos. A veces, en mitad de una etapa, piensas que nunca se va a acabar. Le preguntas a Lucas cuanto queda y cuando te responde, le digo: «es imposible, ¿todavía 200 kilómetros?». El Dakar se hace largo, pero es duro para todos, no solo para mí».

Carlos Sainz en las pruebas previas al Dakar 2017

¿Crees que, como dice Marc Coma, va a ser el Dakar más duro de Sudamérica?
«Bueno, nosotros solo tenemos pinceladas del recorrido. La información real de la etapa te la dan el día antes. Cuando llegamos al vivac, Lucas recibe el roadbook (conoce las diferentes palabras utilizadas en el Dakar) y lo vemos. Pero incluso después de verlo, a veces cuesta imaginarse cómo de difícil será la etapa. Lo único que sabemos es lo que ha dicho Marc. Y los que le conocemos, sabemos que será verdad, porque él va a querer poner su sello en esta edición del Dakar. Yo me he preparado para lo peor, porque estoy convencido de que Marc ha querido hacer un Dakar duro».

¿Será clave la elevada altitud en esta edición del Dakar?
«Competir, que no es lo mismo que ir en un enlace, a 4.500 metros; y dormir a esta altitud, es muy duro. Hay que aclimatarse, aunque por lo que he leído, incluso hasta cuando estás preparado nunca sabes cómo puede reaccionar el cuerpo. Más vale prepararse todo lo que pueda y para eso hemos trabajado. Yo he hecho trabajo en hipoxia, con la máscara: primero en reposo y luego con ejercicio. Y ahora mismo estoy durmiendo en una especie de tienda de campaña que simula la altitud para tratar de aclimatarme».

¿Vas a realizar este año una carrera más estratégica y menos al sprint?
«El Dakar está claro que tiene su parte de estrategia y una de ellas es tratar de no abrir pista los días clave, lo que sucede si has ganado al etapa del día anterior. Pero cuando estás compitiendo el día antes, no tienes información de si vas primero, tercero o cuarto; de si vas perdiendo seis minutos… Las estrategias no son tan fáciles y además en esta carrera pasan tantas cosas, que es complicado hacerlas. Abrir pista penaliza, y es indudable que a nadie le gusta hacerlo, sobre todo con la nueva reglamentación con los way points escondidos. Pero nunca he especulado. Desde que hemos llegado al Dakar vamos al mismo ritmo. Hoy en día el ritmo aquí es de campeonato del mundo de rallyes, ya lo dijo Loeb el año pasado. Es una carrera por eliminación: un grupo de pilotos salimos a fondo y van cayendo unos y otros».

¿Qué te dice tu hijo, Carlos Sainz Jr?
«Le encanta el Dakar. Él se divierte, lo sigue y disfruta viéndome disfrutar. Y sí, se mete a opinar. Como soy un joven sin experiencia… (risas). Me hace mucha gracia, porque se invierten un poco los papeles respecto al resto del año. Durante el año yo voy a sus carreras, hablamos, le digo cosas… pocas, porque la parte técnica de la F1 no está a mi alcance, y él ya tiene sus ingenieros. Pero sí hablamos de qué ha podido pasar en la carrera, le doy algún consejo… Luego, cuando llega el Dakar, él toma ese papel y me hace preguntas, del tipo, «¿qué ha pasado en el CP2, si en el CP1 ibas líder?, ¿y cómo era el tramo?, ¿y mañana cómo será?…» Y me aconseja, «bueno, mañana sal despacio»….»

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