Bugatti Veyron La Finale: el último Veyron, en Ginebra

Ya hace unos meses que se rumoreaba que quedaban pocas unidades aún sin vender de los 450 Bugatti Veyron que la marca había planeado construir antes de finalizar su producción. Esta última unidad, ya finalizada y denominada Veyron La Finale, tiene el número de chasis 450 y corresponde a la versión Grand Sport Vitesse, un roadster de 1.200 CV con un par motor máximo de 1.500 Nm. Pasa de 0 a 100 km/h en 2.5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 408 km/h debido a su configuración descapotable.

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El afortunado propietario, un cliente de Oriente Medio, deberá esperar hasta que finalice la celebración del 85º Salón Internacional del Automóvil de Ginebra para recibir su Bugatti Veyron. Esto es debido a que la marca ha planeado exhibirlo en el salón, junto a la primera unidad fabricada del rapidísimo deportivo, como símbolo del final de una era.

Para diseñarlo, Bugatti se inspiró en el primer Veyron, en especial en la combinación de colores rojo y negro que ya en los años 20 y 30 fue muy popular. Para obtener un mayor nivel de exclusividad en el Veyron La Finale, las aletas delanteras, las puertas, el techo y las tomas de aire laterales están terminadas en negro pero dejando visible la fibra de carbono. En el resto de la carrocería el acabado es el mismo, salvo que en color rojo. Las llantas, construidas utilizando un único bloque de aluminio, mantienen el mismo esquema de color que la carrocería.

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El elefante que Rembrandt Bugatti, escultor y hermano del fundador Ettore, diseñó ya se había utilizado en el tapón del radiador del Type 41 Royale, más tarde se convertiría en la imagen de la marca, y ahora está presente en esta unidad tan especial del Veyron. Lo encontramos en las llantas y la tapa del depósito de combustible. El último toque estético lo otorgan las dos inscripciones ‘La Finale‘, una bajo el faro delantero derecho y otra escondida bajo el alerón retráctil.

El interior del Bugatti Veyron La Finale está tapizado en piel de color beige y rojo. El primero es visible en la zona central de los asientos, el espacio para los pies, el techo, la parte superior de los paneles de las puertas, y el cortafuegos que separa el motor del habitáculo. El rojo, sin embargo, cubre el reposabrazos, el panel de instrumentos, la consola, el salpicadero y el volante. Como en el exterior, la fibra de carbono acabada en rojo está visible en el túnel central, los paneles de las puertas y las carcasas de los asientos. El elefante preside el habitáculo desde la tapa de la guantera de fibra de carbono, con la inscripción 450/450. Por otro lado, la denominación ‘La Finale‘ que corona los asientos está bordado en color beige.

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En cuanto al apartado mecánico, el Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse La Finale no ha recibido ninguna mejora. Mantiene el propulsor W16 de 8,0 litros con cuatro turbocompresores que entrega una potencia de 1.200 CV y un par motor máximo de 1.500 Nm. Aunque el Veyron Super Sport homologa una velocidad máxima de 431 km/h, el Vitesse se queda en 408 km/h, debido a su configuración descapotable, aunque mantiene su capacidad de pasar de 0 a 100 km/h en 2.5 segundos.

Durante los diez años que el Bugatti Veyron ha estado en producción, se han producido 300 coupés y 150 roadster, ha ostentado el récord de coche de producción más rápido del mundo, fue mejorado al incrementar su rendimiento más aún y, aunque no existen datos del vehículo que Bugatti desarrollará para sustituir al Veyron, ya se oyen rumores de que podría tener 1.500 CV y alcanzar los 460 km/h, gracias a un sistema híbrido.

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