Los nuevos accesorios Mulliner para el Bentley Flying Spur acaban de ser presentados. Si bien es cierto que los vehículos que salen de la planta de Bentley no requieren de añadidos extra para otorgar un plus de exclusividad, Mulliner ha sabido lograr lo que parece imposible con su última creación. Un toque de lujo añadido a la berlina más lujosa.
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El Bentley Flying Spur cuenta a partir de ahora con un enfriador para dos botellas situado en las plazas traseras del vehículo. Requiere de 15 horas para su fabricación e instalación y ofrece además espacio para dos copas a medidas de cristal fino y un tapón exclusivo inspirado en la forma de las llantas de Bentley. Está elaborado a partir de cromo brillante y vidrio esmerilado. Una vez no está siendo utilizado el asiento se puede plegar para devolverle su posición original.
En el salpicadero también podremos encontrar toda una novedad dentro del Bentley Flying Spur. Las inserciones de metal pintado reemplazan a los acabados en madera. Para su elaboración, se lija inicialmente a mano y después se pinta para en última instancia pulirlo con lana de oveja y obtener así un aspecto similar al de un espejo.
Otro detalle destacado son los dos pulverizadores de perfume terminados en plata que han sido estratégicamente integrados en los paneles de las puertas traseras, los cuales han sido modificados para la ocasión por Mulliner. En la consola central encontramos, por otra parte, una guantera supletoria y totalmente acondicionada para albergar objetos tales como un reloj, monedas o tus caros gemelos.
El toque definitivo lo otorga el cuero y la final piel cosida a mano con costuras en contraste que encontramos en todo el habitáculo, incluido el salpicadero, el volante, la consola central, los asientos, los paneles de las puertas y el revestimiento del techo. Las combinaciones de colores son múltiples y a elección del cliente.
